A nivel psicológico la relación de pareja puede constituirse tanto en una fuente de salud y bienestar como en origen de conflictos y malestar. Es difícil identificar cuándo una pareja ha de acudir a terapia, pero cuando ese momento llega y toman la decisión el objetivo es «que la pareja se comunique y resuelvan sus inquietudes para sentirse mejor consigo mismo y con el otro».
Las relaciones de pareja son complejas y en muchas ocasiones aparecen problemas que pueden generar un descontrol en la vida cotidiana, produciendo un malestar significativo a nivel emocional que puede afectar en otras áreas (laboral, familiar, etc.). Las causas pueden ser muy diversas así que lo importante es ayudar a la pareja a identificar el problema y resolverlo.